sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 2 -Una taza de té fría como el hielo-


-Hola, hay alguien- Preguntó Jessica nada más darse cuenta que estaba en una casa que no era la suya.

-Señorita Minerva, ya ha despertado- La voz sonó dulce casi angelical.

De detrás de una cortina apareció la que parecía ser la "Señorita Minerva". Minerva era joven y muy guapa pese a ese uniforme compuesto por una bata blanca y unas botas que llegaban casi hasta las rodillas. Detrás de ella salió una chica más o menos de la misma edad de Jessica. Pelo largo y de aspecto indú. Las dos chicas se acercaron a Jessica mientras Minerva preguntaba:

-Señorita Oranida podría hacer un análisis a la paciente-

-Por supuesto señorita Montero-

 La chica cogió el brazo de Jessica y lo metió en una máquina muy rara que había en la mesilla de noche mientras apuntaba unos números en un papel. Mientras, la señorita Minerva, la miraba con atención casi sin pestañear.Un par de minutos después la chica sacó el brazo de la máquina y le entregó el papel a la que parecía ser la enfermera.

-Muy bien Padma- Aprobó Minerva -Ahora ¿podrías traernos una taza de té?

-Por supuesto señorita Montero- Respondió sin vacilar y desapareció detrás de la cortina.

-Permiteme presentarme soy Minerva Montero o M-M para los amigos y ¿tú eres?-

-Jessica Ory- dijo tartamudeando -¿Qué es este lugar y que hago aquí?

-Es la enfermería de la Academia Deveraux- Respondió al segundo- Y en cuanto a que haces aquí, muy sencillo, te desmayaste después de que tu casa se hundiera en el suelo.

-Ah, y cree usted que me voy a tragar eso verdad- Dijo Jessica mientras se levantaba, pero segundos después estaba en el suelo retorciéndose de dolor.

-Uy que tonta, aún no he curado tu pierna- Minerva se acercó a Jessica, puso sus manos sobre su pierna y una luz empezó a salir de ellas. Al segundo sus huesos se habían vuelto a soldar y Jessica no sentía ningún dolor.

-¿Pe-pero como es posible?- Dijo sorprendida

-Tengo el poder de curar heridas, golpes, arañazos y roturas. Vamos que puedo curar a la gente y mi ayudante, Padma Oranida, posee el poder de congelar, enfriar y demás cosas relacionadas con el frío.

Al decir eso Padma apareció de detrás de la cortina con una bandeja, en la cual había una tetera llena de té caliente y unas tazas.

-¿Me llamaba Señorita Minerva?- Preguntó Padma

-No Padma tranquila- dijo mientras cogía una taza y se servía el té -Solamente le explicaba mis poderes y los tuyos.

Al oír eso Padma se sobresaltó, le entregó la bandeja y salió corriendo hacía la puerta de salida diciendo:

-Si no me necesita para nada más me voy señorita- Y cerró de un portazo.

-Perdónala es que desde lo de "el incidente" es un poco inestable.-

-¿Qué "incidente"?- Preguntó Jessica.

-Nada importante, congeló por error media Academia-

-¿Media Academia?¿Pero qué es la Academia?-

-¡Es verdad!¡Qué no sabes nada de todo este rollo!- exclamó Minerva -Túmbate y te lo cuento todo.

Jessica obedeció a la enfermera sin rechistar. Se metió en la cama y escuchó con atención la historia.

-En el principio de los tiempos había tres seres; Isos, el Sol; Ixuna, la Luna y Ilana, el Universo. Ellos crearon el mundo tal y como lo conocemos. Después crearon a dos seres para cuidar de lo que crearon, pero de ellos no se sabe nada. A partir de ahí, a veces , la gente nacía con variaciones de los poderes de los tres seres originales. Por ejemplo, el mío es una variación de Ixuna y el de Padma de Ilana. Para poder controlar los Dones que recibimos se creó esta escuela. Los poderes suelen ser hereditarios y suele heredarse el poder del padre o el de los dos, solo si ambos lo poseen. Pero a veces nace alguien con un Don fuera de una familia "Especial". Para estos casos se creó La Piedra Magna que encuentra a las personas con Dones nacidos en familias normales. Ahora mismo solo hay tres hijos de familias normales aquí.

Cuando terminó de relatar Jessica se quedó con más dudas de las que tenia al principio

-Pero ¿eso que tiene que ver conmigo?-

-Eso es mejor que te conteste la directora. Voy a llamarla.

Minerva salió y Jessica se quedó sola y extrañada. ¿Qué haría ella, una humana normal, en una academia de control de los Dones? Y no podía ser una persona "Especial" de familia normal porque si no La Piedra Magna la habría detectado al nacer. Jessica intentó beber un poco de té pero se dió cuenta de que estaba congelado, Padma debió de haberlo congelado por error.
Mientras intentaba romper la fina capa que la separaba del dulce sabor del té helado, Minerva entró en la habitación.

-La directora te espera en su despacho. Ve todo recto y la primera puerta a la derecha.

Jessica se levantó y se dirigió al lugar que la habían indicado. No le costó mucho encontrar la puerta. Pero de verla a llegar a ella, era otra cosa. Aún se sentía entumecida y le costó lo suyo llegar y más aún le costó subir las escaleras. En la puerta del despacho había unas letras, grandes y doradas donde se leía "Michaela Deveraux".

Jessica estaba realmente sorprendida, aquella que había sido su vecina durante 3 años, era la directora de una academia sobrenatural... Al entrar Michaela, la recibió con una sonrisa:

-Nunca me habría imaginado que aquella niñita tan triste poseyera un Don-

-¿Yo un Don? No es posible- Preguntó Jessica.

-Yo tampoco me lo explico querida, La Piedra Magna no dió señales de tí, ni el día en que naciste ni nunca...-

-Pero... ¿como puede saberlo usted, si ni siquiera yo lo sabía?-

-Mi hija me lo dijo, vió como un aura oscura rodeaba tu casa y la destruía...-

-Pero, yo no se controlarlo, ni siquiera sabía que lo tenía...-

-Pues lo tienes querida, y tienes que aprender a controlarlo, empezaras mañana a primera hora, tu habitación será la 335, la compartirás con Rose , así tendrás alguien conocido, a tu lado.-

1 comentario:

  1. Hola guapenton, soy David de Sevilla, me encanta el blog, un abrazo

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